Antes de convertirse en un marido y padre ejemplar, Joakim Noah fue un jugador de la NBA al que le encantaba divertirse y relajarse fuera de la cancha. Obviamente había creado un buen repertorio en Chicago, ya que podía montar fiestas en poco tiempo. Un verdadero jefe de la vida nocturna.

Como casi nunca ha vivido en Francia en su vida, porque su historia con los Bleus deja un poco que desear, Joakim Noah no tiene necesariamente una relación estrecha con el público francés. A diferencia de Tony Parker, que también regresó al país tras su retirada por motivos empresariales, el ex pívot no es realmente considerado una leyenda del deporte nacional a pesar de un palmarés XXL.

Al otro lado del Atlántico, sin embargo, su reputación es muy diferente. Ya en Florida, donde estudió, quedará para siempre como uno de los integrantes más importantes del mejor equipo de este siglo a nivel universitario. Fue campeón en 2006 y 2007 con los Gators, junto a Al Horford y Corey Brewer en particular, y ninguna otra universidad ha logrado el doblete desde entonces, lo que demuestra lo dominantes que eran.

¡La loca velada de los amigos de Joakim Noah!

Pero es sobre todo en Chicago donde el hijo de Yannick dejó una huella imborrable. Pasó 9 temporadas con los Bulls, se convirtió en un All-Star, un All-NBA y fue elegido Defensor del Año, todo ello mostrando un estado de ánimo que representa los valores de la ciudad. En la cima de su juego, incluso parece que fuera el gran jefe en Illinois, prueba de ello con esta loca anécdota contada en el podcast “Pardon My Take”. Uno de los facilitadores explica.

Gato grande: Hace 8 años estuve en Chicago con compañeros de trabajo. Tenían un torneo de baloncesto en el pueblo, era verano, y como tú no estabas, los dejaste dormir en tu casa. Queríamos salir de fiesta, así que te llamamos para conseguir unas buenas direcciones y salir. Todo lo que dijiste fue: «No te muevas y no te preocupes por nada». Unos 30 minutos después, 15 chicas vinieron a tu casa diciendo que vendrían a festejar con nosotras.

Fue lo más elegante que he visto en mi vida. Fuiste el Uber Eats de nuestra velada. Fue una locura total.

Joaquín Noé: Voy a empezar diciéndole a mi esposa que la amo, que fue hace mucho tiempo y que no fui yo detrás de esta historia. Ya no soy el mismo hombre, he cambiado. Tomaré la historia como un cumplido y me alegro que te hayas divertido.

Joakim Noah era el jefe en Chicago y en apenas unos minutos podía organizar grandes fiestas para él o sus amigos. Si a esto le sumamos que prestó su apartamento en las zonas bonitas de la ciudad para ayudar a sus seres queridos, podemos tener al mejor amigo de todos los tiempos. Como en el campo, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por los demás.

¿Quieres ir de fiesta en Chicago, en plena década de 2010? Evidentemente fue necesario contactar con Joakim Noah, que logró movilizar a más de diez chicas en pocos minutos para animar la casa.