Los 4 mejores estiramientos antes del baloncesto

Las 7 lesiones más comunes en el baloncesto

El baloncesto es un deporte extremadamente divertido, pero no está exento de riesgos. Como en cualquier juego de ritmo rápido, hay mucho contacto. Con eso, vienen las lesiones. Si bien nunca es el resultado deseado, los jugadores se lastiman mucho en la cancha. Algunas lesiones incluso ocurren regularmente.

La siguiente lista repasa las formas más comunes en que los jugadores de baloncesto se lesionan. Comprender cómo ocurren tales dolencias, así como por qué son tan frecuentes, lo ayudará a evitarlas y conocer la mejor manera de proteger su propia salud mientras está en la cancha.

7. Conmociones cerebrales

Puede parecer sorprendente, especialmente debido a su asociación con el fútbol, ​​pero las conmociones cerebrales ocurren en la cancha de vez en cuando. Las lesiones en la cabeza no son la dolencia más común, pero ocurren con bastante frecuencia en todos los niveles de juego.

Por lo general, ocurren cuando los jugadores chocan o durante caídas fuertes en la cancha. Sin embargo, cualquier contacto contundente en la cabeza puede desencadenarlos. A diferencia de las otras lesiones en esta lista, las conmociones cerebrales se curan con bastante rapidez. El protocolo adecuado solo dura de unos pocos días a un par de semanas.

Aún así, son graves y requieren una segunda opinión. Los síntomas de conmoción cerebral incluyen náuseas, mareos, visión borrosa y dolores de cabeza.

6. Lesiones de rodilla

Quizás ninguna lesión deportiva sea más conocida que un desgarro del LCA. Aunque muchos jugadores, especialmente aquellos que confían en su habilidad para saltar, los obtienen mucho en la NBA y en los niveles universitarios, todos los atletas son propensos a un tipo u otro de lesión en la rodilla.

El baloncesto pone mucho estrés en la parte inferior del cuerpo. Los saltos, aterrizajes y carreras constantes son especialmente duros para las rodillas, al igual que la letanía de cortes y paradas repentinas que ocurren en cada jugada. Cualquier golpe, golpe o golpe accidental también puede causar problemas.

A veces, una lesión en la rodilla puede ser algo simple, como un hematoma profundo o una rodilla de saltador (tendinitis rotuliana), pero a veces puede ser tan grave como un daño articular permanente.

Las dolencias más graves requieren meses, ya veces años, de rehabilitación intensa. Las lesiones de rodilla más pequeñas, como las distensiones de rótula o el daño del ligamento colateral medial, se curan en un tiempo mucho más razonable. De cualquier manera, necesitan hielo y mucho cuidado.

Las naturalezas preventivas también son importantes. Los atletas que estén preocupados por el daño en la rodilla deben practicar técnicas sólidas de entrenamiento de fuerza, incluidos calentamientos, estiramientos de enfriamiento y ejercicios adecuados para la parte inferior del cuerpo, tanto dentro como fuera de la cancha.

5. Fracturas por estrés

Si bien no son tan específicas como los dos ejemplos anteriores, las fracturas por estrés son una lesión más amplia que puede ocurrir en una variedad de situaciones diferentes. Son extremadamente comunes porque surgen con cualquier actividad de alto nivel y ocurren durante el sobreentrenamiento.

El baloncesto es uno de los deportes más exigentes del mundo. No solo se necesita una gran cantidad de flexibilidad, fuerza y ​​resistencia para jugar un juego completo, sino que también se necesita mucho entrenamiento y trabajo para ponerse en forma para el juego. Es por eso que las fracturas por estrés ocurren con tanta frecuencia.

Cada vez que un atleta ejerce mucha presión sobre la parte inferior del cuerpo, tanto en el entrenamiento en la madera dura, se pone en riesgo. El sobreentrenamiento ocurre bastante, especialmente para los jugadores universitarios y de la NBA que siempre se esfuerzan al máximo.

Cualquier parte del cuerpo puede sufrir una fractura por estrés, pero la parte inferior del cuerpo corre un riesgo mucho mayor. Las lesiones ocurren con mayor frecuencia en el pie y la parte inferior de la pierna, pero también se pueden ver en los tobillos.

4. Moretones profundos en el muslo

El baloncesto es un deporte duro. También está increíblemente lleno. Los jugadores corren a velocidades extremadamente altas y se mueven en estrecho contacto. Esa combinación conduce a moretones profundos en los muslos.

Aunque todos los atletas ven hematomas en algún nivel, los hematomas en los muslos son más comunes en el baloncesto debido a la cantidad de jugadores que necesitan moverse entre pantallas o navegar dentro de la tecla. Cada vez que una pierna golpea un codo o una rodilla con mucha fuerza, pueden ocurrir tales hematomas.

Si bien la mayoría de los jugadores atraviesan moretones profundos en los muslos, especialmente en situaciones en las que necesitan permanecer en el juego, los particularmente severos requieren un poco de hielo o masaje tisular por parte de un profesional autorizado.

3. Tobillos torcidos/rotos

Los tobillos son increíblemente importantes, pero también son extremadamente frágiles. Si bien las articulaciones se mantienen lo suficientemente bien en la vida cotidiana, son propensas a lesiones cuando se someten a mucho estrés. A veces eso causa esguinces, ya veces eso causa roturas.

La razón por la que ambas lesiones son tan comunes en el baloncesto es que es un deporte con muchos jugadores en un espacio reducido. No se necesita mucho para que alguien se tuerza el tobillo al pisar un zapato o tropezar con un oponente.

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Los esguinces de tobillo tardan entre cuatro y seis semanas en sanar, mientras que los descansos duran unos meses. En cualquier caso, es un problema grave que requiere una buena cantidad de descanso, rehabilitación y atención preventiva. No solo eso, sino que los tobillos se debilitan cada vez que se lastiman.

Por eso es tan esencial que los jugadores se aseguren de que sus articulaciones inferiores estén seguras cuando juegan. Las férulas para los tobillos y los zapatos altos no solo son útiles para reducir tales problemas, sino que el cuidado adecuado también es muy útil.

2. Dedos atascados

Como se mencionó, el baloncesto es un juego muy unido. Todos los jugadores se encuentran en algún momento, especialmente en la parte baja del bloque o mientras intentan luchar a través de las pantallas. Además de eso, es difícil luchar por los rebotes, y la pelota se mueve constantemente por el suelo.

Tales elementos conducen a muchos dedos atascados. Esta lesión, como su nombre indica, ocurre cuando la pelota, una mano u otro jugador golpea la punta de un dedo y lo vuelve a meter en el cuerpo. Eso hace que la articulación se hinche y crea mucho dolor en todo el dedo.

A diferencia de la mayoría de las otras lesiones comunes, los dedos atascados no son un gran problema. Los atletas pueden jugar con ellos mientras usan un pequeño aparato ortopédico. Aun así, provocan mucho dolor y pueden requerir una radiografía o una segunda opinión si la inflamación persiste durante mucho tiempo.

1. Distensiones musculares

Pocas lesiones de baloncesto ocurren tanto como las distensiones musculares. Son similares a los esguinces en muchos aspectos, pero no ocurren dentro de una articulación. Más bien, ocurren cuando un jugador pone demasiada carga en un músculo específico, o cuando estira un determinado músculo mucho más allá de su capacidad normal.

Cuando ocurre cualquiera de esos casos, ocurren lesiones. Los atletas pueden reconocer las distensiones al escuchar o sentir un pequeño chasquido o un chasquido en los músculos. El dolor aparece de inmediato y también puede haber inflamación.

La recuperación de la tensión muscular difiere según la gravedad. Los casos más leves, en los que los músculos solo se estiran un poco, tardan algunas semanas (de tres a seis) en sanar por completo. Sin embargo, las tensiones difíciles que ocurren bajo una tonelada de presión pueden requerir algunos meses de amplio descanso y recuperación.

Ultimas palabras

A nadie le gustan las lesiones, pero son parte de todos los deportes. El baloncesto no es muy importante para los problemas de la parte superior del cuerpo, pero los tobillos, las rodillas y los pies son extremadamente vulnerables. Es por eso que las lesiones más comunes tienen que ver con la parte inferior del cuerpo.

Sin embargo, aunque tales problemas son persistentes, no son inevitables. Todos pueden tomar medidas específicas para evitar esos problemas. Mientras los atletas entiendan el cuidado preventivo adecuado, estarán bien a largo plazo.