Si sus excompañeros pueden considerarse afortunados de haber evolucionado junto a él, Michael Jordan tuvo extrañas relaciones con algunos de ellos. Un exmiembro de los Bulls relata su asombrosa interacción final con él en la franquicia.

Verdadero símbolo de éxito en su apogeo, por lo que desplegó un gran poder de atracción del que su equipo podía beneficiarse. Los Bulls sí pudieron montar la ola Michael Jordan para convencer a los reclutas potenciales para que se unan a sus filas. Hay que decir que la perspectiva de compartir piso con él tenía algo de seductor, ya que casi garantizaba la conquista de un título en la década de los 90.

Y, sin embargo, a pesar de las grandes posibilidades de ganar un anillo de campeón a su lado, el número 23 no siempre ha podido federarse a su alrededor. De hecho, varios jugadores incluso prefirieron irse de Chicago a pesar de su presencia, en ocasiones por desacuerdos con él. Este fue por ejemplo el caso de Horace Grant, víctima de acoso por parte de su líderpero también otros de fama y destino menos memorables.

El ex-Bull que Jordan intercambió personalmente

Seleccionado en 1986 por los Bulls como la novena selección, Brad Sellers no tuvo el éxito esperado allí. Rodeado de grandes expectativas cuando llegó a la rotación del equipo, poco a poco fue perdiendo su lugar allí, registrando solo un promedio de 13 minutos por juego al final de la temporada 1988-89. Pero en vez de reclamar él mismo su salida, prefirió hacerlo a través de… Jordan, según cuenta andscape :

Le dije a MJ que tenía que ir a las oficinas y decirles a los ejecutivos que aquí no iba a funcionar para mí.

Al principio titubeante, Mike finalmente aceptó esta divertida solicitud. Éste, antes de venir a molestar a su pareja en medio de una comida en Olive Garden al día siguiente:

En medio de un restaurante, Jordan me llamó para decirme que me cambiaron en Seattle. Incluso dijo: «Buena suerte, B».

Pasando por Seattle, luego Minnesota y Detroit, Sellers terminó estableciéndose en Francia, donde pasó la mayor parte de su carrera. Esto, sin dejar de haber logrado escribir historia junto a MJ ofreciéndole «The Shot» una noche de mayo de 1989:

Cuando Jordan ya se había establecido como el macho alfa de la liga, Brad Sellers prefirió dejarlo y comenzar de nuevo lejos de Chicago. Esto, al tiempo que se refirió a él para obtener su comprobante de salida. ¡Una elección de la que tiene motivos para arrepentirse!